martes, 12 de febrero de 2008

Humedo lunes

Lunes, que lindo es estar de vacaciones!
Amanecio encapotado, con un fresco vientito del este y lloviznas frecuentes.
El japo ya estaba levantado cuando asome mi nariz por debajo de las lonas.
Matecito caliente y prepare la caña de esteban (con reel nuevo, gracias tia Amelik!) para buscar alguna boguita (que no se haya empachado con el calzon de ayer)

Por lo desapacible del tiempo armamos el campamento un poco mas lejos de la playa, en una hondonada de la isla que con el rio mas crecido se transforma en riachito. Alli estabamos un poco mas cubiertos del viento y la llovizna que cada tanto arreciaba.
Armamos el gazebo, y con unas lonas en los costados quedamos bastante abrigados, aunque las mujeres friolentas igual se quejaban y no se sacaron las camperas de los trajes de agua hasta que el sol aparecio a la tarde.


El gazebo y la parrilla

Mientras los chicos fueron a pescar palometas a un charco-lagunita que hay en medio de la isla (descubierto por el japo en su matutino deambular). La pasaron bien, ya que a cada rato sacaban algo (deben tener un hambre esos bichos ahi aislados).

Armamos la parrilla y cocinamos un asadito para el mediodia. Los niños, sin poder ir al rio, y aburridos de las palometas, armaron su propio refugio, hecho con ramas, yuyos y enredaderas, y a partir de entonces se convirtieron en los indios de la tribu "toba mataco guaycuru", comandados por su Cacique Lobo Alfa (esteban) y orientados espiritualmente por el Chaman (el jejen colorado).


La choza comunitaria de la tribu

Un prolongado almuerzo, juegos, charlas, un poco de pesca, ordenar el campamento y los barcos, limpieza, juntar mas leña para la fogata de la noche y con un pòco de sol y calor y termino la tarde.

A la noche hicimos un buen fogon para abrigarnos, cenamos bajo las estrellas y a la cucha.

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