domingo, 7 de octubre de 2007

Primer Regata - segunda parte


Casi chocamos con el barco, que no vimos porque estaba oculto por nuestras velas, y no nos gritó agua para avisarnos. Una rápida virada nos salvo del desastre (y unas buenas puteadas fueron dirigidas a Marcelo Mendez, el timonel). Lo pasamos rápidamente y volvimos a virar. Nos cruzamos con el Drugui por proa (Ronco Mendiondo nos “protestó” diciendo que le pasamos muy cerca, en devolución al griterío de la largada), y el Clerico y el Tovarich por popa, y llegamos primeros a la boya por muy poco. El Katan, un micro, apareció de golpe entre el montón y viró casi junto a nosotros por el lado interno.
Trasluchamos en la boya, y nos encontramos con el Don Fortu, que venía medio perdido, quien quedó envuelto en todo el despelote de barcos virando y el correspondiente griterío (creo que chocó con el Katan, ya que este abandonó a los pocos minutos por una rotura en el casco por el choque).
Por suerte salimos bien librados y quedamos en la punta. El viento seguía fuerte, por lo que hicimos la pierna con Mayor y Genoa en orejas de burro (no nos animábamos a poner el Spi entre los dos, y como los otros no izaron, no arriesgamos).
Ya más tranquilos, alcanzamos la boya de sotavento sin incidentes. La viramos y de nuevo a ceñir.
El Clerico viro atrás, bastante cerca, y como estaba en nuestro viento sucio, volvio a virar para alejarse y buscar una opción por el otro lado. Continuamos en el borde, ya sin otros barcos cerca, por lo que pudimos concentrarnos en la conducción del barco. Sin hacer muchas cag…, conseguimos mantener la posición, virando por segunda vez la boya de barlovento primeros. El Clerico no perdía pisada.
Decidimos hacer la popa de nuevo con orejas de burro, pero cuando estábamos a mitad de la pierna, vimos que el Clerico izó Spi. Nos entró la duda de izarlo o no, pero como el viento seguía fuerte y ya faltaba poco para la boya, amén de la posibilidad de cometer algún error en la maniobra, decidimos continuar con genoa, pero no despegábamos los ojos del clerico, que venía volando con el spi.
Llegamos a la boya de sotavento e iniciamos la tercer vuelta. Fue casi una repetición de la anterior, por lo que pudimos mantener la posición, ya bastante lejos de la flota, pero con el cleri cerca. Esta vez sí decidimos poner spi de entrada, ya que el viento aflojó un poco y no podíamos arriesgar a perder la punta. La maniobra salió impecable, como si estuvieramos con tripulacion completa. Incluso tuvimos que trasluchar a mitad de la pierna, una maniobra siempre complicada con el spi, y también nos salió muy prolija.
Llegando al sotavento, bajamos el spi sin enredarnos y comenzamos primeros la cuarta vuelta.
Para no cansarlos, íbamos con la posición asegurada, siempre y cuando no cometiéramos errores, lo que no sucedió. Así es que cruzamos en primer lugar la línea, con mucha algarabía y los ya tradicionales “sapucay” que coronan nuestras regatas.

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Campeonato Doble o Nada - Primer Regata


Por suerte lo convenci a Bachi de participar en las regatas de este fin de semana. Un mini campeonato de 3 regatas con la particularidad de que en cada barco debian ir dos tripulantes!
Nos juntamos a la una en el ponton el sabado para alistar el barco. Lentamente iba llegando la gente de los distintos barcos. Salimos de la amarra y nos dirigimos al Banco de arena de la isla Fernandez, donde se suele correr por la menor corriente que hay en la zona.
La lancha fondeó las dos boyas de un recorrido Barlo-Sota (es decir que hay que ir un tramo en contra del viento, haciendo bordes, y se vuelve con el viento de popa), el que debíamos completar cuatro veces. Al principio pusieron la boya de barlovento muy desplazada hacia el lado izquierdo de la cancha, por lo que se alcanzaba con un solo borde, por lo que les sugerimos que la corran (lo cual hicieron, por suerte, ya que sino la regata iba a parecer una calesita, sin muchas oportunidades de maniobras).
De a poco se fueron juntando los barcos, llegando a ser unos 23 o 24, numero muy poco frecuente para las regatas locales.
Otro problema fue la línea de partida, formada por la boya de sotavento y la lancha de comisión, que tendría unos 50 mts de extensión. Con 23 barcos, a 3 mts promedio de ancho, hagan sus cuentas: no entrábamos!!. A pesar de una nueva sugerencia de nuestra parte, esto no fue modificado.
El viento se estableció en el sur, con una razonable intensidad, que nos hacia ir al limite con mayor y genoa, debiendo pinchar velas en las rachas para no escorar demasiado y perder el control del barco.
Y llega el momento de la largada. Se armo un hermoso despelote de barcos cruzandose a gran velocidad, con poco control debido a la fuerza del viento y pidiendo agua a todo el mundo, donde no hubo ningún incidente grave de casualidad.
Nosotros salimos unos segundos después del top, atrás y a sotavento del Drugui Tovarich, al que le veníamos pidiendo agua y protestando a los gritos (un poco de presión sicológica nunca viene mal), y en medio de la flota, por lo que nos vimos acorralados entre varios barcos. Bachi en eso perdió la manija de molinete, que se fue flotando alegremente por el Paraná (ni por un momento pensamos en volver a buscar esos 70 pesos).
Pudimos orzarle a un par y luego hicimos una virada corta para salir del montón. Una vez que conseguimos salir al viento limpio, volvimos a virar para hacer el borde contra corriente. Aprovechando bien las rachas pudimos mejorar nuestra posición.
A unos 100 mts de la boya de barlovento, volvimos a virar para aproximarnos a la misma y rodearla, pero quedamos con amuras a babor, es decir sin derecho de paso, y nos encontramos con la mitad de la flota que había elegido la otra estrategia (hacer el primer borde amurados a babor, y aproximarse luego a la boya con amuras a estribor y derecho de paso).
De pronto Bachi me avisa que venía un barco por sotavento, y me grita para esquivarlo, esta muy cerca!!!
Continuará….

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