Que tripulacion!
Nos levantamos a duras penas. Zarpamos antes de que empieze el movimiento de las lanchas que cruzan a Alberdi. El vientito mañanero, que sigue del noreste, promete.
Damos una vuelta de exhibición con todos los barcos frente al puerto de Formosa antes de largar la regata. La partida se demora un poco por el paso de un empuje con un montón de barcazas.
Partida. Nos ubicamos a mitad de la linea, lejos del socaire de la costa, largamos bastante bien, pero atrás del Cosa Nostra y del Drugui.
En este primer tramo el viento entra muy arrachado por la amura de babor, nos obliga al trimado constante de genoa y mayor. De a poco vamos alcanzando al Drugui, lo pasamos sin inconvenientes. El Cosa Nostra sigue adelante, pero cada vez mas cerca. Pero Marcelo no quiere que lo pasemos por barlovento, nos orza y pasa muy cerquita por nuestra proa. Entonces derivamos para evitar su desvente y no enzarzarnos en la pelea. Nos separamos bastante hacia la costa de sotavento, mientras el Tridente nos alcanza y pasa como un misil. El Clerico siempre por la costa de barlovento no pierde pisada.
Llegamos a la primera curva, por lo que el viento se pone de popa. Izamos el spi. Nuestra estrategia dio frutos y nos separamos bastante de nuestros rivales. Al virar la curva encontramos al empuje navegando por el medio del canal. Esto nos achica mucho la cancha y nos obliga a varias trabuchadas entre el barco y la costa. El Tridente acelera con el viento franco y el Clerico viene planeando en las rachas.
La tensión aumenta. El viento también. La adrenalina corre cada vez que se levanta la proa en un planeo. Cada maniobra la hacemos con la mayor concentración, un error puede ser fatal. Las trasluchadas son de miedo.
La competencia es en mayor medida contra el viento que contra los otros barcos. Una curva del río se aproxima y el rumbo nos lleva directo a tierra, el viento aumenta, todo en el barco cruje, se estira, se flexiona y retuerce, parece a punto de reventar algo. Estamos obligados a trasluchar para evitar la costa, aguantamos para que la racha amaine, pero el Noreste no afloja. Todo cruje mas, se dobla mas, se estira hasta el limite. La costa esta encima nuestro.
Trasluchamos con el barco planeando. Termino de cambiar el tangón de lado, pasamos la mayor a la otra banda y el Spi se infla de golpe. Escoramos a barlovento, el barco se vuelca, Bachi se esfuerza por orzar un poco, el tangón toca el agua, nos agarramos como podemos para no caer. Yo solo miro la botavara esperando que trabuche de nuevo y terminemos todos en el agua. Gustavero, que por suerte no entró en pánico, larga un poco la braza, el spi pierde presión, y de pronto el barco se endereza, toma velocidad y respiramos, aliviados por un ratito.
Varias guiñadas mas, bien controladas por el timonel y el trimer de braza, mantienen los animos en ebullición. La flota queda atrás, solo el Tridente está adelante nuestro, fuera de la vista, y el Clerico que no nos pierde pisada.
Una parte del río mas orzada nos obliga a bajar el spi, seguimos con Genoa 2 por un rato, y apenas podemos, volvemos a levantar el globo, no queremos arriesgar la regata (aunque si el barco y nuestra propia integridad, jajajaja!). Ya muchos veleros optan por seguir solo con genoa. En una maniobra que Alejandro corre a proa se resbala y se revienta la rodilla, hielo y algunos calmantes lo alivian.Ale herido llorando
Otra curva, ponemos genoa, la llegada esta cerca, la regata esta casi ganada, el Clerico ya no se arriesga con el spi. Ultimo tramo, es de popa, emocionados vemos la lancha, igual ponemos spi y cruzamos la linea a toda máquina. Los sapucays explotan, los abrazos y festejos son hasta violentos, hay que descargar la adrenalina, algunos quedan lesionados por la efusividad del timonel (que no soy yo!). Estamos 2 a 1 con el Clerico y la esperanza se mantiene!!Ganamos!!
Bajamos todas las velas, estamos muy cansados, navegamos un buen rato a palo seco (íbamos como a 4 nudos sin las velas), empezamos a descorchar las cervezas y picamos algo. Después de un rato ponemos la genoa mas chica, arranchamos un poco, y ponemos proa a Pilar. La navegacion continua, muy rápida, y llegamos a Pilar a las 4 de la tarde (lo habitual en travesias anteriores era llegar después de las nueve de la noche!!). Estamos felices por nuestra primera victoria y por tan emocionante navegación. Parece que el viento norte da mucha sed. Nos terminamos los 8 litros de cerveza que Gus compró en Formosa.
Entramos sin problemas al río Ñeembucu para amarrar en las costas de Club Deportivo Pilarense. La mayoría de los barcos estaban realizando reparaciones, por suerte nosotros fuimos de los pocos barcos que salimos indemnes del ventarrón.
Terminamos de ordenar, y bajamos a bañarnos (otra vez duchas asquerosas y encima con agua fría!). Perfumaditos y con ropa decente, nos fuimos directo al almacén para reponer las cervezas y el hielo.
Ya al ocaso preparamos una picada para matar el hambre y se armó el truco, obviamente acompañado de cerveza!! Esta vez les toca ganar a Bachi y Ale, se ponen 2 a 1. Fuimos otra vez al "centro" para buscar plata en algún cajero automático (Alejandro vino con 10000 guaraníes!) y aprovecho para hablar por teléfono.Amarrados en Pilar
Volvimos al club para cenar con toda la tropa en el club. Miguel encargó unas milanesas para compartir entre todos. Llegamos tarde y tuvimos que sentarnos en una mesa aislada del resto de la gente. Sobremesa con Diego, Marcelo y Carlos Mancioni.
Para dormir soltamos amarras y fuimos a fondear lejos del club, ya que había una fiesta de 15 y los parlantes que traían anunciaban una noche movidita. Gran decepción para algún tripulante del Omega (no doy nombres) que se emperifollo, perfumó, e incluso hasta se peinó, para aprovechar la noche pilarense. La próxima será!!
viernes, 11 de septiembre de 2009
Ventarrón!!
Publicado por
El Capitan
en
16:50
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