miércoles, 19 de agosto de 2009

Bajando (empujando, puteando, volcando) el barco

LLegando a la costa


Por fin llegamos a la costa, sin rampas, de Pilcomayo. Para evitar las difultades de la ultima vez (ver Bajando el barco 2007)evitamos el terraplen de la balsa y fuimos al costado, donde hay una bajada al río mas suave. Desenganchamos el trailer, le atamos un cabo, y alegremente empujamos el barco al agua.

Va todo bien hasta que tocan las ruedas el agua. Ahi empieza el barro y termina la pendiente. Bruscamente se detiene el trailer. Empieza la lucha.
Primero empleamos la técnica de "La Hamaquita", calzando un lado las ruedas, empujamos la lanza hacia el otro alternadamente, de esa forma avanzamos unos impresionantes 20 cm (depues de "hamacar" 20 veces). Con la lengua afuera y embarrados hasta los tobillos, pasamos a la técnica "La Zanjita". Con el agua hasta media pantorrilla empezamos a excavar (a mano) detrás de las ruedas para facilitar su avance, combinando esta técnica con "la hamaquita" logramos 20 cm más. El frío, la lluvia y la bronca minan nuestras fuerzas. Las ruedas se entierran ya casi hasta los ejes, y el barro nos llega a la cintura. Además la pendiente es irregular, siendo más profunda del lado de babor, por lo que el trailer se va inclinando.

-Jejeje.- Me pareció escuchar la voz de Gigi.

Sin fuerzas para mover el trailer, inventamoos una nueva forma de empujar, "La palmerita", que no es una dulce galletita dorada, sino un tronco de palmera de tres metros que calzamos en la lanza del trailer por una punta, y en el chasis de la camioneta por la otra, de esta forma podemos aprovechar la fuerza del vehiculo sin que este se meta al barro y se entierre. Desgarciadamente por el piso mojado las ruedas patinan, y solo logramos unas pocas pulgadas mas de avance. Seguimos excavando, hamacando y "palmereando", el trailer se empantana y entierra en el barro hasta arriba de las ruedas!!!

Ya estamos desesperados. Con barro hasta los ojos y no podemos meter el barco, ni volver a sacarlo. Pensamos ya en buscar refuerzos, ya sea otra camioneta o un tractor.
Se nos ocurre una ultima idea surgida de la angustia. LLevamos la camioneta a un costado de la bajada, atamos el trailer y tiramos con un cabo hacia el costado mas hundido del trailer, y conseguimos que rote 90 grados y quede muy escorado, pero ya por lo menos el casco toca el agua!
Pasamos a la ultima técnica: "Empujando a lo bruto". Con Bachi, metidos hasta la cintura en el agua, empujamos el barco de lado, practicamente volcandolo hacia babor, de esa manera conseguimos de a poco que se deslize hacia el agua.
Un último empujón, un fuerte crujido, y el barco está flotando!!!

Asi quedó el trailer

Gritos de alegría y sapucays descargan la bronca y angustias. Por suerte el crujido no vino del barco, sino de una de las camas del trailer, que se partió. (no te preocupes Turco, hoy compré la madera para arreglarlo!)

Estamos muertos de frío y cansancio, llevamos el barco hasta la Prefectura de Pilcomayo, donde Bachi se bajó, le entregué los sandwiches de la Oma, y se volvieron con el trailer a Resistencia.

La fiel tripu de tierra


No teníamos fuerzas ni ganas de levantar el palo, ya lo haré en Asunción.
Me seco y cambio la ropa, ordeno un poco y subo a la PNA a hacer los trámites de salida. Por suerte no ponen objeciones y me firman el rol de salida, no sin antes pedirme todos los papeles, hacer muchas preguntas y demorarme mas de 40 minutos en el viento frìo!, mientras, yo pensaba en todas esas canoas y lanchas que se dedican a la "importación y exportación" sin ningún control.

Hechos los papeles, me dirijo raudamente al Yacht y Golf Club de Asunción, donde encuentro amarrado al Mariano II, al cual me acodero en impecable maniobra en solitario. Mientras estoy ordenando y limpiando llegan Bogliolo y Atilio Bernasconi a su barco. Me paso al Mariano donde me reciben con un rico Fernet con coca. Ahora si empieza la travesía!!

1 comentarios:

lisi dijo...

A ver si vamos buscando otro lugar para la bajada! Los anios no vienen solos muchachos...