sábado, 15 de septiembre de 2007

Paseo hasta Humaitá


Soportando el frío y la llovizna


Nos levantamos 7:30. Otra vez el frío y la llovizna , pero hoy parece que castigan más, creo que por el cansancio acumulado.
Levantamos anclas y partimos. Otra vez debemos navegar unos 40 km, hasta Humaitá, antes de largar la regata. Otra vez el objetivo es que la flota llegue no tan dispersa a Paso de la Patria.
Mucho abrigo, traje de agua y capota militar para el timonel. Yo me dedico con Carlitos a la limpieza de cubierta e interiores. Queremos llegar al Paso pipi-cucu!.
Preparo un super Café con Leche acompañado de tostadas fritas en abundante manteca y bien untadas con dulce de leche (lo que se dice “Light”).
La singladura transcurre tranquilamente. Pasamos frente a los restos del viejo pueblo de Puerto Bermejo, que fue barrido literalmente por las aguas del río, donde podíamos ver los cimientos y restos de pozos de agua en las barrancas. El mismo riesgo corre Humaitá, del lado paraguayo, y también en una curva marcada del río, donde en los últimos años han plantado numerosos sauces en las riberas para tratar de contener la erosión de la costa.
Al mediodía llegamos a las piedras de Humaitá, donde se concentra la flota para la largada. Nos atamos a un arbol, y a esperar. Preparamos las velas y comimos unos sándwiches, sin mucha hambre. El guiso de lentejas de anoche todavía está haciendo estragos.
Faltando quince minutos para partir, izamos la mayor y el viento nos lleva contra nuestro arbol de amarra y nos metimos entre las ramas. En pocos segundos la cubierta queda llena de hojitas y florcitas secas del arbolito, y chau limpieza!!.
Nos dirijimos a la cancha de prepartida y a regatear!!.

1 comentarios:

comentarista dijo...

esta bitacora da hambre, es impresionante, que fuerza le pones a los relatos de comida.